La cámara 4K RAW para todos

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La tecnología avanza más al ritmo de las ambiciones de crecimiento económico de las grandes marcas que a las necesidades reales del usuario final, y quizá por eso, el 4K ya esté aquí. Sea como fuere, ya empiezan a llegar a las tiendas televisores 4K o UHDTV, o lo que es lo mismo, televisores con una resolución de 3840×2160 pixeles. Y por supuesto, se empieza a necesitar contenidos con dicha resolución, bien sean series, películas o documentales. En los últimos meses las principales marcas del sector audiovisual han presentado en ferias como el NAB sus cámaras 4K. Desde tradicionales empresas como Sony con sus F5 y F55 hasta las de más reciente aparición como Blackmagic han apostado en este 2013 por el 4K como estándar de calidad en la captura de imagen.

No hay duda alguna que el aumento de resolución, nitidez y riqueza de color será considerable, pero estas ventajas tienen un coste que muy pocos profesionales y aún menos aficionados, pueden permitirse.Sin embargo hay una forma mucho más económica de capturar imágenes en resolución 4K, y además sin comprimir, en RAW. ¿Cómo? Usando cualquier DSLR y la técnica de time-lapse.

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Resolución

A día de hoy el formato estándar tanto en resolución como en exhibición audiovisual es el conocido como Full HD, el cual cuenta con un tamaño de 1920×1080 pixeles. La mayoría de las cámaras tanto de video como DSLR graban en esta resolución, la cual es más que suficiente para un uso doméstico e incluso profesional. Pero pocas cámaras llegan a grabar en 4K o UHDTV, o lo que es lo mismo 3840×2160 pixeles. ¿Por qué es tan difícil y las cámaras tan costosas? Bueno, porque 4K no es el doble de Full HD, como podría parecer a simple vista, si no cuatro veces más resolución. Ya que la resolución se obtiene de la multiplicación de la resolución vertical por la horizontal, sumando así aproximadamente 8 millones de pixeles frente a los a penas 2 millones del Full HD.

Y aquí es donde las DSLR y el time-lapse entran en juego, ya que podríamos decir que todas estas cámaras cubren con creces esta resolución, algunas triplicándola incluso. Esto nos permite además realizar movimientos de cámara o recortes dentro de la imagen 4K, algo impensable incluso con las cámaras de cine digital de más alta gama.

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RAW

Pero no sólo la altísima resolución es una gran ventaja en las DSLR a la hora de hacer time-lapse, la posibilidad de disparar en RAW, sin comprimir, y con una profundidad de color de hasta 14 bits, es algo que todo filmmaker anhela, considerándolo casi el santo grial. Muy pocas cámaras incluso de cine profesional graban en RAW, y son menos aún las que lo hacen en 4k RAW, necesitando en la mayoría de los casos costosísimos grabadores externos, que llegan a valer y pesar incluso más que la propia cámara.

De nuevo, las DSLR entran en acción y nos permiten capturar imágenes en RAW a un bajísimo coste, ya que lo hacen en tarjetas de memoria convencionales bien sean compact flash o sd. Huelga decir que el peso y tamaño son considerablemente menores que en cualquier cámara de cine digital.

Frame Rate

Aquí es donde viene el hándicap de las DSLR a la hora de grabar 4K RAW, y es que no podemos hacerlo a una velocidad de video normal, la cual sería 24, 25 o 30 fps. La máxima cadencia que nos permitirá grabar nuestra DSLR, si es de gama alta como la Sony a99 en una tarjeta Sandisk Extreme III, será 1fps de forma ininterrumpida.

En todo caso, de eso se trata el time-lapse ¿no? de disparar con un intervalo determinado entre fotogramas. De esta forma podremos capturar el paso del tiempo, acelerar las escenas, y ver imágenes que de otra forma sería imposible, como el movimiento de los astros o el crecimiento de las plantas.

Autonomía

Este es otro punto fuerte de las DSLR frente a cualquier cámara de video convencional o de cine digital. Mientras en estas últimas las baterías no alcanzan la hora de autonomía en muchos casos, incluso menos de 20 minutos en cámaras como la RED Epic, las DSLR pueden hacen miles de disparos con una única batería, lo que equivale a varias horas de duración.

En contra de lo que piensa la gente, el time-lapse es una técnica que consume muy pocos recursos energéticos, esto se debe a que la cámara no hace uso del autofoco ni la pantalla, accionando simplemente el obturador y grabando la imagen en la tarjeta. Si además nuestra DSLR cuenta con un grip, que duplica o incluso triplica en el caso de la Sony a99 el numero de baterías, contamos con una herramienta lista para disparar autónomamente y en cualquier localización durante toda la noche.

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En definitiva, gracias a una simple y económica DSLR y mediante la técnica de time-lapse, tenemos la posibilidad de capturar fantásticas imágenes en 4K RAW con una riqueza de color, resolución y rango dinámico solo al alcance de las grandes y millonarias producciones de cine.

El 4K es el futuro, y ese futuro está aquí ya. Por lo tanto, ¿por que producir contenidos en un formato, el Full HD, que tiene una fecha de caducidad a la vista? Es cierto que los principales bancos de imagen como Getty Images todavía no ofertan sus contenidos en 4K, pero si han empezado a incluir el campo de “disponible en 4K” en las hojas de envío de material, lo que hace pensar que pronto implementarán en su web la opción de comprar contenidos en dicha resolución.

Yo como creador de contenidos, estoy tranquilo sabiendo que dentro de unos años, cuando el 4K se imponga como estándar, el material que rodé en 2010 mediante la técnica de time-lapse, se seguirá vendiendo.

Workflow: Si quieres aprender a convertir tus time-lapses en videos, bien sea en Full HD como en 4K, quizá te interese este tutorial de revelado en Lightroom y compilado en Quicktime.

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