Grabando “The Maghreb”
Cuando decidí ir a Marruecos para rodar “The Maghreb”, sabía que iba a necesitar un equipo que pudiera cubrir todas las situaciones que me iba a encontrar en un país con tantas posibilidades. Necesitaba al menos dos DSLR para realizar los time-lapses, muchos de ellos nocturnos, y una cámara de video que me permitiera grabar a alta velocidad para conseguir cámaras lentas. Pero no sólo necesitaba cámaras, también serían imprescindibles un slider motorizado, un estabilizador y por supuesto un buen juego de ópticas. A continuación os voy a describir cuales fueron mis herramientas elegidas, por que y aún mas importante, como las usé.
DSLR: SONY A99
Cuando escuché que Sony iba a lanzar una DSLR full frame enseguida mostré mi interés por esta cámara, sabía que Sony iba a ser innovadora e incluiría características que los profesionales llevábamos mucho tiempo demandando y creemos imprescindibles. Para un trabajo como este, donde el polvo y la arena son una constante, es fundamental tener una cámara con un cuerpo sellado, esto no es ningún secreto y lo ofrecen casi todas las marcas, pero que este cuerpo tenga pantalla giratoria, ya no es tan común. Para mi esta cualidad es imprescindible, ya que me encanta disparar con la cámara a ras del suelo, así como ponerla en el slider en dicha posición, y si la pantalla es fija, te obliga a tirarte al suelo cual reptil para poder encuadrar.
Otra de las cualidades imprescindibles para mi es que la cámara ofrezca un ruido contenido a altas sensibilidades, entre 1600 y 3200iso, ya que en la realización de time-lapses nocturnos debo mantener la velocidad por debajo de 30s de obturación para conseguir que las estrellas no dejen estelas. Aquí la Sony A99 se ha comportado fantásticamente, ofreciendo una imagen muy limpia y sin ruido cromático, si bien el de luminancia aunque evidente a partir de 3200 iso, es fácilmente corregible en Ligthroom.
El visor electrónico o EVF y su compañero el espejo translucido, no son para mi ningún inconveniente si no todo lo contrario, el primero me permite seguir encuadrando en cualquier situación a la vez que me muestra información como nivel, histograma, etc. Y el segundo me ayuda a evitar trepidaciones en largas exposiciones, ya que carece de partes móviles que puedan transmitir vibraciones a la toma.
En definitiva, la Sony A99 se comportó perfectamente en todas las duras situaciones a las que la enfrenté, desenvolviéndose sin problema en un escenario de lo mas exigente, demostrando que es una herramienta profesional a la que se puede confiar un trabajo del mas alto nivel técnico.
Videocámara: SONY FS700
La elección de la Sony FS700 como la cámara de video de este viaje parecía mas que evidente, primero por su capacidad de grabar hasta 240fps en FullHD, y segundo por contar con montura NEX, lo cual me permitía utilizar las fantásticas ópticas Zeiss de la serie Alpha de Sony, que ya llevaba para la Sony A99. Llevar un solo juego de ópticas para dos sistemas distintos es una gran ventaja, no solo por aligerar espacio y peso en la mochila, imprescindible cuando se realiza un viaje sólo, también porque ayuda a dar una consistencia y continuidad al look de la imagen final. Sin olvidar por supuesto el ahorro económico al no tener que comprar dos veces las mismas focales. Las ópticas elegidas fueron los zooms 16-35 f2.8, 70-200 f2.8 y las focales fijas 24mm f2 y 50mm f2.8 macro.
Antes de viajar a Marruecos, hice varias pruebas con la FS700 para determinar la configuración de la misma en la que la cámara rendía mejor, tanto en rango dinámico como en compresión de imagen. En el primer apartado la elección del perfil de color es lo que determina como la cámara va a repartir ese rango dinámico y como vamos a aprovechar el mismo. Primero probé el perfil personalizado tipo LOG de Abelcine, pero enseguida comprobé que si bien entregaba una imagen con un amplio rango dinámico, muy plana y poco contrastada, en principio ideal para etalonar a posteriori, lo hacía a costa de levantar en exceso las sombras, produciendo un ruido excesivo a mi parecer incluso a su sensibilidad nominal, 500 iso. Tras varias pruebas concluí que el perfil que mas se adaptaba a mis necesidades era el Cinema6 de la propia cámara, el cual seguía siendo bastante plano pero contaba con una relación ruido/contraste optima, siempre según mi criterio claro.
En cuanto al frame rate elegido, utilicé 50fps para la mayoría de los planos y 200fps para las cámaras lentas. Si bien esta cámara llega hasta los 800fps, lo hace a costa de una mayor compresión de la calidad de la imagen, lo que resulta en una imagen con un excesivo aliasing y una merma en la resolución. Por esto elegí los 200fps, los cuales son mas que suficientes para conseguir unos fluidos efectos de cámara lenta, y a esta resolución, la imagen a penas presenta deterioro de calidad respecto a los 25 o 50fps.
La FS700 cuenta con filtros de densidad neutra incorporados, esto la hizo de lo mas versátil y cómoda para un trabajo como este, ya que en la mayoría de ocasiones no tenía tiempo de abrir la mochila y buscar el filtro adecuado, por no hablar de lo aparatoso que habría sido tener que usar un matte box con filtros cuadrados.
Otra de las opciones que parece estar fuera de la lista de prioridades del profesional es el autofoco, yo mismo soy bastante reacio a su uso, pero en este trabajo ha tenido una labor muy especial. Tanto las ópticas NEX como las Alpha mediante el adaptador LA-EA2 permiten enfoque automático y continuo en la FS700, lo cual fue de lo mas práctico en los planos donde usé el estabilizador Glidecam HD2000, ya que lógicamente carecía de foquista y mando de foco inalámbrico. El resultado habla por si solo, planos totalmente enfocados y sin fallo alguno, que habrían sido imposibles de otra forma, habiendo tenido que enfocar a la hiperfocal lo cual se hace complicado cuando trabajas con diafragmas abiertos, en el caso de las oscuras calles de las medinas de Fez y Marrakech.
Concluyendo, la FS700 ha colmado mis expectativas en cuanto a resolución y calidad de la imagen, así como por su facilidad de manejo y prestaciones, sin olvidar su altísimo frame rate y la posibilidad de adaptar casi cualquier óptica del mercado mediante anillo conversor, si bien en este caso las Zeiss del sistema Alpha fueron las compañeras ideales.
Slider motorizado: Xlidercam-M
Si la cámara y las ópticas son importantes, no menos lo son los accesorios que ayudan a crear dinamismo a la imagen. Los sliders motorizados se han convertido en una herramienta casi imprescindible en cualquier producción profesional. Tras haber probado multitud de estos sliders, desde el económico Dynamic Perception hasta el costoso Kessler, puedo concluir sin dudarlo que el Xlidercam-M de Kietacam es el slider que cuenta con mayores y mas avanzadas prestaciones, a la vez que una gran facilidad de uso. Con el puedo establecer mi plano en pocos minutos, obteniendo movimientos suaves y fluidos, y lo que es mas importante para mi, gracias a su control mediante una Tablet y una aplicación exclusiva, consigo un calculo preciso tanto del intervalo como del recorrido final.
El Xlidercam-M cuenta con dos motores de gran potencia y precisión, proporcionando movimiento tanto a lo largo del carril como de paneo horizontal. Quizá pueda parecer mas pesado y voluminoso que otros sliders, pero no es así si pensamos que cuenta con ambos movimientos. Yo he viajado con él tanto a USA como a Marruecos y nunca he visto en su tamaño o peso un problema. Además su robustez y fiabilidad la convierten en una herramienta de lo más profesional. No quieres viajar a un sitio como Marruecos y que el slider te falle en medio de las dunas. Los gastos de un viaje así y mi tiempo valen mucho mas que el dinero que te puedes ahorrar en herramientas mas económicas pero a la vez menos fiables.
Espero que este artículo te haya servido para comprender un poco mas como trabajamos los profesionales, y por que elegimos una cámara u otra, lo cual suele ser en virtud de las necesidades de cada proyecto. Si te ha gustado este artículo quizá quieras seguir mi página en Facebook aquí.