La importancia de un buen diseño
Lejos quedan aquellos tiempos en los que el artista se ceñía estrictamente a su disciplina, sin influir o ser influido. Como fotógrafo de viajes y de time-lapse en mis jornadas tengo muchos momentos de introspección, soledad y meditación, que a menudo utilizo para pensar en lo que nos rodea, en cómo esta cambiando todo y la velocidad en la que sucede.
Nuestro mundo es absolutamente visual, todo es imagen, y los usuarios, clientes o seguidores son meticulosos en sus elecciones, quieren calidad porque cantidad ya tienen. Es por eso que los fotógrafos cada día queremos hacer mejor nuestro trabajo y nos esforzamos por ofrecer obras que conmuevan y sean excelentes.
Hablando con otros colegas del sector, nos dimos cuenta que a menudo descuidamos un aspecto muy importante: nuestra imagen. Ya no somos sólo nuestros proyectos, la mayor parte de nuestro trabajo ahora esta en internet, donde la competencia ya no es local, sino global.
En el caso de los fotógrafos y videógrafos, hemos visto como en pocos años hemos tenido que adaptarnos a un sistema completamente nuevo, una era digital en la que las redes sociales, los bancos de imágenes y el video online dominan gran parte de nuestra agenda y nuestros esfuerzos, hasta el punto de poder afirmar que pasamos mas tiempo en la creación y promoción de nuestra imagen personal, que en la realización de nuestras obras.
Si tan importante es nuestra imagen, y como el publico (hoy llamados seguidores) la percibe, ¿por qué invertimos tan poco tiempo, esfuerzo y dinero en su diseño? ¿por qué tan pocos fotógrafos invertimos en un diseñador profesional que nos haga una buena imagen corporativa? ¿por qué cuando necesitamos una web recurrimos al amigo con escuetos conocimientos de diseño? ¿o peor aún, la hacemos nosotros mismos para ahorrarnos el dinero? ¿no es de esta actitud de la que nos quejamos siempre los fotógrafos?
Simplemente tenemos que navegar un poco por la red y visitar las webs de fotógrafos y videógrafos y fijarnos en sus diseños. Tristemente podremos comprobar que la mayoría dejan mucho que desear, diseños mediocres, estructuras obsoletas, colores imposibles, tipografías desacertadas, etc. En definitiva, todo un compendio de reglas rotas, algunas tan básicas que no comprendes como creadores visuales han podido cometer semejante barbaridad.
Y siguiendo con las preguntas, ¿no deberíamos dar ejemplo y cuidar nuestra imagen tan bien como cuidamos nuestras fotografías o videos? ¿no deberíamos tratar a los profesionales del diseño tan bien como les pedimos a ellos que nos traten a nosotros y a nuestras imágenes? Yo indudablemente creo que si.
Igual que ponemos el grito en el cielo cuando un diseñador hace él mismo la foto para un catálogo, revista o web, deberíamos hacer lo mismo cuando un fotógrafo se diseña la web o le pide a su primo programador que lo haga.
Hay que decir, que hay diseñadores que hacen muy buenas fotos y fotógrafos que saben de diseño y estructuras básicas de composición etc… Pero no siempre suele ser el caso, y debemos saber donde están nuestros límites, conocerte es la clave del éxito y saber derivar a los mejores profesionales donde tu mano no alcanza, también.
El diseño no es un juego de niños, es una herramienta muy potente, capaz de impulsar tu imagen, la percepción que el público tiene de ti y por ende tu carrera profesional. Pero cuidado, porque si el diseño es malo, puede ser perjudicial para ti (o tu trabajo), haciéndote parecer mucho menos profesional de lo que en realidad eres, lo cual puede materializarse en que el posible cliente que llegue a tu web, decida que no eres el candidato adecuado para su proyecto.
La mayoría de mis clientes son extranjeros, llegan a mí a través de la web, o de la red. Son completos desconocidos, y en la mayoría de los casos no los conoceré personalmente, por eso, la imagen que proyecto es muy importante, y he decidido dar un paso más allá, contratando a estudio de diseño profesional. Glòria, la diseñadora, ha cuidado cada elemento de mi imagen con el máximo cariño, para que cada parte de ella refleje la emoción y entusiasmo que ambos ponemos en nuestra profesión. ¿No es eso lo que buscamos todos, plasmar en imágenes nuestras emociones?
Pongo mucho empeño en que todos mis trabajos tengan la máxima excelencia, soy meticuloso y cuidadoso y quiero que el resultado sea el mejor. Sentía que mi imagen no transmitía eso y por eso di el paso. Ahora estoy a gusto con lo que transmite todo, hay coherencia. Una imagen sobria, sencilla, clara, decidida y sólida. Sin florituras, directa. Eficiente.
Espero que os guste tanto como a mí.
Puedes ver toda mi imagen y más proyectos en Glorium Organicus.