El Magreb, episodio 1
Marruecos es un país que sin mucho esfuerzo despierta en el fotógrafo que se adentra en su territorio un deseo inevitable de aventura.
Desde el verdor de la norteña cordillera del Rif hasta el árido y anaranjado desierto de Erg Chebbi, Marruecos ofrece un sin fin de oportunidades para realizar esas fantásticas fotografías con las que siempre hemos soñado.
Quizá para los españoles como yo, Marruecos no parece un destino tan exótico y remoto como para el fotógrafo Europeo o Americano, puesto que nos separan apenas 75km de distancia. Pero tan pronto nos adentramos en el país, nos damos cuenta de lo diferente que es la cultura y costumbres de la población marroquí, además de contar con una estética única y visualmente muy atractiva, la cual cautiva nuestra mirada y nos deleita con imágenes imposibles en nuestra sociedad.
Si bien este ha sido mi segundo viaje en el Magreb, y es cierto que no he encontrado grandes diferencias en cuanto a la situación del país o la actitud de sus habitantes, si creo haber tenido una experiencia mucho mas profunda y cercana que la vez anterior, ya que en esta ocasión he viajado sólo, lo cual me ha permitido confraternizar mucho mas con los habitantes locales que de una forma u otra se han cruzado en mi camino, como guías, vendedores, personal de hotel, etc.
Aunque cuando salí de casa tenía una idea bastante clara del itinerario que iba a seguir, pero siempre que he tenido la posibilidad he improvisado y cambiado mi rumbo en virtud de mi estado de ánimo o mi inspiración. Como cuando tras 3 días en la ajetreada Fez me dirigí al desierto de Erg Chebbi sin parar, cuando en principio tenía pensado ir a Marrakech, pero mi mente me pedía calma y tranquilidad tras dos días en una ciudad que aunque colmó mis expectativas en lo profesional, acabó por saturarme un poco en lo personal.
Este viaje a Marruecos ha sido sin ninguna duda uno de los mas gratificantes y enriquecedores que he hecho hasta ahora, tanto por el hecho de haber ido solo como por los magníficos resultados que he conseguido, en parte debido a la suerte con el clima, la gente que amablemente me ha ayudado durante toda mi estancia, y también muy importante al formidable material con el que he contado, como la DSLR Sony A99 y la Sony FS700 cedidas por Sony España y el slider motorizado Xlidercam-M cedido por Kietacam. Sin este equipo mi trabajo no habría sido posible, por ello desde aquí mi agradecimiento a Javier Agueda, Belen Arronte y José Hernández.
En el próximo post os contaré mas extensamente por donde trascurrió mi viaje, con mas detalles sobre el itinerario, localizaciones y como realicé mis tomas, tanto en video como en time-lapse.
Hasta la próxima entrega.