Buscando las luces del norte
Durante los últimos cuatro años, he viajado numerosas veces a Islandia, incluso 5 veces en una sola temporada, además de los casi dos años que pasé en la isla entre 2009 y 2011. Podría pensarse entonces que se ha convertido en algo casi rutinario para mí. Por el contrario, cada vez que viajo a Islandia siento como si fuera la primera vez, experimentando la emoción y los nervios que preceden a la aventura, la incertidumbre de lo desconocido y la ansiedad por descubrir nuevos lugares y por supuesto realizar un buen trabajo.
En este viaje al norte de Islandia que organicé junto a mí colega Juan Carlos Muñoz, tuvimos la posibilidad de contemplar toda la crudeza y belleza del paisaje invernal Islandés, muy diferente a la cara más amable y preciosista de su estación veraniega. Aunque el motivo principal del viaje era fotografiar auroras boreales, enseguida todos los integrantes del grupo se dieron cuenta de que cada rincón de esta isla merece una parada fotográfica. La primera en nuestro camino fue Hvítserkur, un maravillosa formación rocosa anclada cerca de la costa, un dragón petrificado según algunos, un doble arco de piedra según otros, para todos, una fantástica oportunidad para la fotografía de paisaje.
Antes de llegar a nuestro principal destino, el lago Myvatn, hubo multitud de oportunidades de disfrutar del espectacular paisaje ártico, moldeado por la nieve y el viento, con sus caprichosas y originales formas, relieves y sombras. Toda una fuente de posibilidades de composición para el fotógrafo.
Ya en nuestro destino final, el famoso y colosal Lago Myvatn, era hora de explorar sus numerosas maravillas naturales. Una de ellas y quizá la menos conocida, es la cueva de aguas termales llamada Grjótagjá. Una fantástico acontecimiento geológico bañado por aguas de más de 50ºc que nos ofrece innumerables posibilidades fotográficas.
Llegada la noche, es tiempo de salir en busca de nuestro principal objetivo, las auroras boreales. Este fenómeno natural que se da exclusivamente cerca de los polos de la tierra, se debe al choque contra la atmósfera de la tierra de las partículas arrastradas por el viento solar. Y como ya nos pasó el año pasado, no pudimos elegir mejor momento para efectuar nuestro viaje, ya que durante los días que estuvimos en Islandia hubo numerosas explosiones y tormentas solares, las cuales resultaron en unas Auroras de gran belleza e intensidad.
Pero esto no fue del todo casualidad, ya que tanto en 2012 como en 2013 se prevé se producirá la mayor actividad de auroras boreales en los últimos 10 años. Islandia, es uno de los mejores sitios para fotografiar auroras, debido a que sus temperaturas no son tan bajas como en otros países árticos debido a la corriente del golfo. Y mucho mas importante, sus paisajes no tienen parangón.
Tras varios noches contemplando auroras boreales y varios días descubriendo parajes imposibles, quisimos visitar el lago Myvatn por ultima vez antes de emprender el camino de vuelta. Las formaciones rocosas casi fantasmagóricas de este lugar, te hacen pensar en como fue su formación, como llegaron allí, como la tierra y el fuego han esculpido el paisaje convirtiéndolo en un gigantesco museo al aire libre, donde la tierra es el artista, y nosotros unos meros visitantes.